ENSEÑANZAS

Algunas Ideas y obras nuevas se preparan para el mundo. Si la raza del cristiano signo de Piscis ha desarrollado en alto grado los estados de colectividad y hermandad, los movimientos y las organizaciones en masa no son suficientes para lograr la Paz entre todos los Seres.

El maestro Jesus y Siddharta Gautama son los Mensajeros adelantados de la sexta subraza de la Humanidad, que se desenvolverá en el futuro y de un modo especial gracias a la apertura de la ventana inegoísta del ser.

Empezará por ampliar el sentimiento de egoísmo super personal; se hará familiar el concepto de que la humanidad no adelanta ya por la dádiva que pueda recibir de los demás, y los nuevos tipos humanos se proporcionarán la felicidad con sus propios medios, es decir, comenzarán a intuir de verdad la semejanza de los unos con los otros y con Dios.
Se elevará, entonces, un concepto aristocrático del ser hasta la más alta expresión de la individualidad, pero sin menospreciar al otro porque lo verá de verdad como a un semejante.
Por eso, vendrá un tiempo de verdadero cambio, todo un estremecimiento de espiritualidad, de deseo de conocimiento supra físico, de lo que la primera avanzadilla se ha hecho sentir ya entre los hombres durante la última década.

Muchos investigaron ansiosamente en los libros, buscaron maestros y procuraron divisar la luz detrás de los velos religiosos y de los símbolos iniciáticos.
Como era de esperar, muchas escorias y falsas interpretaciones se formaron alrededor de estos anhelos, y últimamente este tema ha venido a ser como una enfermedad mas bien psíquica y de moda que ha acabado en sectarismos de toda clase.

Tal estado de cosas ha llevado a muchos al error, a la desorientación y al desencanto espiritual; mas a nadie hay que culpar por lo ocurrido, que es el defecto de la pobre mente humana correr siempre ansiosamente a juntar sus energías y buscar nuevas sensaciones en lo externo, mientras rehúsa trabajar y realizar la Gran Obra con sus propios medios, introspectivamente.

Corre la mente del hombre en pós del filón de oro de lo que otro dice haber descubierto, gasta sus reservas vitales en la saltante búsqueda; tropieza, incauto, en las ilusorias trampas y rehúsa cavar en la huerta de su propia casa.

Un adelanto se requiere ahora para los sedientos.

Como todo es orden y armonía en el Universo, nuestro planeta está rodeado, por decirlo así, de tres esferas concéntricas de Seres Divinos, Semidivinos y Superiores, que ordenan, protegen y regulan los destinos de la Tierra y de sus habitantes.

Cuando una raza decae – la historia así lo ha demostrado – y otra joven empieza su ciclo vital, cuando hay que dar otro impulso a las actividades humanas y es más imperiosa la necesidad, estos Seres vienen directamente a vivir entre nosotros durante un tiempo.

Al volver a los planos superiores, Ellos dejan un corto número de discípulos para mantener vivas, a través de los tiempos, las enseñanzas recibidas de aquellos Divinos Instructores.
De entre estos hombres escogidos, surgieron las grandes Escuelas Iniciáticas de la antigüedad.

Podemos llamar a estas tres Místicas Ruedas: Solar, Lunar y del Fuego.
Los seres de la Rueda Solar poseen un grado altísimo de espiritualidad y rigen directamente el desenvolvimiento gradual de las mónadas humanas; seleccionan, de entre las razas, las que deberán formar las nuevas; distribuyen las Entidades en los diversos trabajos de la Gran Obra en la Tierra y en los planos supra físicos que le siguen, según su grado y adelanto; regulan la formación y desaparición de los continentes.

En la generación actual no hay ningún Maestro Iniciado Solar sobre la Tierra, pero sí algunos de sus directos discípulos que sin tener ansias de protagonismos actúan de manera desinteresada por el Bien Común.

Uno se dice, que ha aparecido de entre los hombres, por los años 1972 – 1977, momento inicial de la época del signo de Acuario, al que le denominamos como Hidrochosa, Hijo de Acuario o Americano, aunque nadie lo ha descubierto todavía.

Por otro lado los seres de la Rueda Lunar dirigen de cerca el adelanto y la civilización de los pueblos; a Ellos se deben los grandes movimientos evolutivos y libertadores de las masas; estimulan y guían las grandes migraciones; fomentan el bienestar de las naciones; fundan e inculcan los preceptos de las grandes religiones; son, en una palabra, los paladines de la civilización, de la libertad y del progreso social y ético del mundo.

En la actualidad hay en la Tierra un determinado número de estos Grandes Iniciados.
La misión de los Iniciados del Fuego es procurar que el ser pueda reconocerse a sí mismo, y pueda descubrir la Llama que brilla, oculta en él, desde que los hombres bebieron la Copa del Olvido.

El estudio de la Gran Química les pertenece, especialmente aquélla que impulsa, dirige y modela las internas transmutaciones. Ella hace de la Materia Mente y de la Mente, Materia; siempre alerta en la Gran Lucha para que no se apague la Llama y alcancen los hombres y las cosas el punto armónico.

Sobre la Tierra hay ahora un número reducidísimo de Iniciados del Fuego; mas no siempre fue así, pues Ellos tuvieron Escuelas florecientes y contaron con hasta setecientos Iniciados con físicas vestiduras.

Durante la famosa gran lucha de los mil quinientos años, que sostuvieron los nacientes Arios contra los poderosos Atlantes, mientras duraron las grandes guerras y las espantosas escisiones y sumersiones continentales, un gran número de Iniciados, como ya se ha dicho, estuvieron entre los hombres. Luego, pasado el más apremiante peligro, se retiraron a lugares apartados, a cuevas subterráneas y a huecos en montañas volcánicas; y, desde allí, sus discípulos siguieron y siguen su obra.

Hoy vuelven a abrirse las puertas del Templo; muchos Iniciados del Fuego están listos, arriba en lo sutil, para venir entre nosotros a impulsar la formación del nuevo día de Sakib, que está por despuntar.

De las entrañas de la Tierra, ha vuelto a levantarse la Llama de la Divina Madre y ha salido a la luz del día para que la bese, una vez más, su Esposo Solar.



Querido lector, todo lo que enseña Santiago puede ser acogido por nosotros de dos maneras. Una puede ser la del rechazo inmediato y la otra como una dogmática fe. Ambas aptitudes conforman nuestra inmediata actitud ante los temas Metafísicos y por ello debemos darnos cuenta de la doble modalidad que tenemos los hombres ante el conocimiento humano. Por un lado esta el propio rechazo y por el otro el seguimiento inmediato a la letra muerta. Ambas modalidades son dignas de tenerlas en cuenta, pero debemos unir a estas dos tendencias una tercera que es la propia intuición. Ojala dispongamos en mayor o menor medida de esta herramienta, entonces si fuera este nuestro caso de que disponemos de tal discernimiento, podemos estar agradecidos a este don maravilloso. La Nueva Humanidad comienza con el uso cada vez mas continuado con el Don de la «Intuición Divina» que es todo un regalo del Espiritu de Dios.

Si Santiago Bovisio tenia este don o no, poco importa, lo mas importante es que sus Enseñanzas sean comprendidas por nuestro propio Intelecto y no por las opiniones que se deriven parcialmente de su simple lectura.

Recordando siempre que la Verdad brilla con Luz propia.


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